En
tu mesa, respiro
flores
pruebo matices,
alimento sueños,
paseo en las olas
del amor.
Encantador es el
amanecer,
porque perfuma y
brilla cual nardo
del más fulgurante
jardín.
¡Lluvia y
sol!
Entre
burbujas de amor,
el beso de mi amada
brinca en saquito
de mirra.
Suspira el mejor
vivir.
El toque de mi amada
llega entre cariños,
como flores de hena
de las viñas
de En-Gedi,
casi lejos de los
valles de Hebron.