Es
una
sensación
de
alivio
De
inmensa
Felicidad,
Tener
certeza
de
estar
viviendo,
en
un
mundo
hecho
por
Dios,
un
mundo
natural,
que
aún
existe
aunque
no
podamos
ver
al
vecino
del
otro
lado.
Me
gusta
el
trinar
de
los
pajaritos,
Entiéndase
bien,
El
de
los
pajaritos
libres,
Que
pueden
volar
y
sobrevolar,
aquí,
allí,
por
todas
partes,
y
donde
se
sientan
bien,
dueños
del
aire,
del
viento,
del
cielo.
Un
trino
de
pajaritos
es
la
seducción
de
una
mañana,
más
que
humana,
casi
divina,
azul,
celestial,
un
solo
de
claridad.
El
canto
del
pajarito
no
sólo
tiene
música,
tiene
luz,
tiene
movimiento,
tiene
color,
tiene
brillo,
hasta
diría
que
es
perfumado
por
los
olores
silvestres
de
mi
Sertón.