Está
en
todo
rincón,
en
toda
parte,
En
medio
de
los
colores,
En
medio
de
los
sonidos,
puede
estar
en
los
montes,
en
las
llanuras,
en
los
jardines,
en
las
calles,
en
las
plazas,
en
las
escuelas,
en
las
oficinas,
en
las
tiendas,
en
las
antesalas.
Hay
alegría
en
el
ritmo,
en
el
movimiento,
al
encenderse
las
luces
y
hasta
en
el
centellear
de
la
luz.
Se
siente
la
alegría
en
el
ondular
del
mar.
Y
en
el
andar
de
una
chica
bonita.
Se
siente
la
alegría
de
los
pajaritos,
en
vuelos
y
trinas,
y
en
el
viento
que
pasa.
En
la
inocencia
de
los
niños
Se
siente
la
alegría,
en
la
picardía
de
los
jóvenes,
y
hasta
en
la
sabiduría
de
los
ancianos
La
alegría
de
las
plantas
durante
y
después
de
la
lluvia,
la
alegría
de
los
montes
al
salir
el
sol,
la
alegría
de
madre
frente
a
la
gracia
del
hijo
la
alegría
divina
frente
a
la
belleza
del
amor,
la
alegría
de
todos
ante
la
propia
alegría.
Wanderlino
Arruda